Lo ví en la feria de Tom Bishop, en la entrada, y me enamoré no sólo de èl, sino también de la manera de trabajar de su autora, la artesana Aída Prada.
Mi maniquí es mucho más modesto del que expuso, pero con el mismo amor y dedicación que AÍda le pone a todo lo que hace.
Ahora está en mi salón, me lo trajeron los Reyes Magos, y lo comparto porque merece la pena que todos conozcan a está gran artesana, no os perdáis su web, ni la visita virtual a su tienda.
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